Orígenes e Historia

El Real Arco tiene sus orígenes en el siglo XVIII en Escocia, donde fue establecido como un grado esencial que profundiza en los misterios y enseñanzas de la masonería. Este grado se considera la culminación de la búsqueda del conocimiento masónico.

Las enseñanzas del Real Arco se basan en la búsqueda de la verdad y el autoconocimiento, promoviendo valores como la fraternidad, la integridad y la dedicación al servicio a la humanidad.

El Gran Capítulo Supremo del Real Arco de Escocia

En 1800, la Gran Logia de Escocia advirtió a las logias que no trabajasen grados distintos de los de Aprendiz, Compañero de Oficio y Maestro Masón en respuesta a las Leyes de Sociedades Secretas.

Los grados adicionales asociados con la masonería del Arco Real se trabajaban en asambleas separadas de la logia, pero al cabo de un tiempo los hermanos decidieron que querían legitimar estas reuniones de algún modo.

Mientras que algunos obtuvieron Cartas del Gran Campamento de Irlanda, otros recurrieron al Gran Cuerpo Templario de Inglaterra. El Gran Cónclave Real de Escocia se constituyó en 1810, y Alexander Deuchar fue nombrado primer Gran Maestre.

Estaba facultado para conceder Cartas para conferir los grados de Caballero Templario a los Masones del Arco Real. Sin embargo, Deuchar consideró insatisfactorio tener sólo estos grados y los tres primeros grados bajo su control, pero no los grados intermedios y calificatorios del Real Arco. Convocó un comité especial en 1815 para contactar con los cuerpos de Escocia que trabajaban los grados del Arco Real. Quiso formar un Gran Cuerpo y pidió consejo a la Gran Logia Unida de Inglaterra. Consiguió el apoyo del duque de Sussex, que quería que Deuchar persuadiera a la Gran Logia de Escocia para que acogiera el Arco Real bajo su protección.

Se hicieron progresos, pero en 1817 la reunión ya no podía retrasarse más. Los representantes de 34 Capítulos se reunieron en Edimburgo, lo que condujo a la constitución y consagración del Supremo Gran Capítulo del Arco Real de Escocia. Emitió Cartas y el Gran Cuerpo creció gradualmente hasta que todos los cuerpos que trabajaban el grado de Arco Real pronto estuvieron bajo su control.

*Tomado de https://sgrac-scotland.com/history/

El Gran Capítulo Supremo del Real Arco del Ecuador

La Masonería del Real Arco ha sido muy poco conocida en nuestro país, ya que los inicios de Masonería en Ecuador, ha tenido fuentes desde Colombia, España y Perú que, a su vez, ha mantenido las ideas de la ilustración muy en alto y ha sido evidentemente constructor de la sociedad.

En el caso de nuestro país, fue en el año 1974 que Hermanos pertenecientes a la Gran Logia de los Antiguos Libres y Aceptados Masones del Ecuador como Ricardo LÓPEZ PINTO o nuestro Past Gran Maestro Evaristo ALPRECHT, decidieron con un nutrido grupo de Hermanos, solicitar al Distrito Perú, la creación de dos Capítulos de Real Arco; el primero en la ciudad de Quito con el nombre de Eugenio de SANTA CRUZ Y ESPEJO cuyo número asignado fue 827 y en la ciudad de Guayaquil el Capítulo Estrella de Guayaquil con el número asignado 832.

Ambos Capítulos fueron a sueños (cesaron de trabajar) dejando en claro que el caso del Capítulo Eugenio de SANTA CRUZ Y ESPEJO N° 827, no se pudo seguir reuniendo, ya que varios de sus miembros fundaron una Gran Logia irregular, por lo que, por obvias razones no pudieron seguir trabajando como tal.

En el año 2018, tres Maestros Masones vieron la necesidad de formar un Capítulo, formado únicamente por Masones Regulares, es decir, de la Gran Logia del Ecuador, y se hizo el contacto con las autoridades de la Superintendencia del Distrito Perú, quienes llegaron a la ciudad de Quito el jueves 30 de enero del 2020; fueron recibidos con todos los honores que sus cargos referían y los días 31 de enero y 1 de febrero, tomaron todos los Grados de la serie de Real Arco 16 Maestros Masones de varias Logias de la Gran Logia del Ecuador.

La pandemia por COVID-19, impidió que se den las reuniones presenciales del nuevo Capítulo Enoch en formación, por lo que había el temor creciente que el proyecto que nació con mucha esperanza se diluyera; a medida que pasó el tiempo, se solicitaba de parte del Distrito Perú una respuesta de nuestra solicitud de formación del Capítulo Enoch, la cual nunca llegó; esto obligó al primer Principal del mencionado Capítulo hacer un acercamiento directo con el Gran Capítulo Supremo del Real Arco de Escocia, donde no había conocimiento de las gestiones iniciadas en el año 2020, es decir, la mala fe por parte de sus autoridades se hizo evidente.

Ventajosamente, los acercamientos directos con el Gran Capítulo Supremo del Real Arco del Escocia, permitieron que se emita la Carta Constitutiva del Capítulo Enoch al cual se asignó el número 909 y desde ese entonces, creció en número de miembros y ha permitido abrir tres Capítulos más, que son Noah N° 911 en la ciudad de Cuenca, Moshé N° 912 en la ciudad de Quito y Bóveda Real de Manabí N° 914 en la ciudad de Manta.

Nada hay oculto entre la tierra y el cielo, cuando se cuenta con miembros pertenecientes a una Gran Logia Regular y Reconocida, el apoyo legal y verdadero no se demora en llegar, siendo este uno de los requisitos fundamentales para ser parte del Real Arco de tradición escocesa, ya que su Artículo 25 en la Constitución (Gran Capítulo Supremo del Real Arco del Escocia), indica que solo son Candidatos a la Orden del Real Arco, Maestros Masones que sean reconocidos por la Jurisdicción de la Gran Logia de Escocia, en pocas palabras, en la República del Ecuador, solo cumplen este requisito los Maestros Masones de las Logias bajo el registro de la Gran Logia del Ecuador.

Cuatro años han pasado desde la formación del Capítulo Enoch N° 909, y nuestro compromiso es total en acoger a los Maestros Masones que deseen ser parte de nuestra Institución, por lo que abrimos los brazos para continuar escribiendo la Historia de la Masonería en nuestro país.